jueves, 11 de junio de 2009

Mercado de Divisas

El peso frente al dólar registró depreciación significativa durante la sesión. El tipo de cambio registró operación desde niveles de MXN$/USD$13.5097 hasta los MXN$/USD$13.7027, cerrando en los MXN$/USD$13.5800. Los datos económicos en EUA no fueron relevantes, sin embargo, las tasas de los bonos en EUA presentaron ascensos significativos, ya que la tasa del Bono a 10 años alcanzó el nivel del +4.00%, no observado desde octubre del 2008. Para el día de hoy se espera el reporte de ventas al menudeo, cifras que se esperan positivas, lo que daría cierto oxígeno a las divisas. De confirmarse un buen desempeño del consumo en EUA, el peso frente al dólar podría mostrar estabilidad con algo de apreciación.
Mantenemos nuestras recomendaciones: Corto Plazo (Agresivos «Compra», Moderados «Compra», Conservadores «Compra») y para el Mediano Plazo (Agresivos «Compra», Moderados «Compra», Conservadores «Neutral»).

Mercado de Deuda

La tasa del Bono a 10 años alcanzó cotizaciones de +4.00%, no observadas desde octubre del 2008. Lo anterior se debió en buena medida a la decepcionante subasta de bonos en EUA. Por la mañana, el reporte de la balanza comercial evidenció la debilidad de la economía norteamericana en sus importaciones, sin que esto afectara a los mercados. El día de hoy se conocerá el reporte de ventas al menudeo, el cual podría mostrar optimismo y alentar el apetito por riesgo. Consideramos que la tasa del Bono a 10 años podría operar entre el +3.70% y el +3.90%.

Crisis hunde a organismos filantrópicos

Asegura que lo vio venir. Desde el quiebre financiero global de octubre pasado, la directora de la Fundación Clara Moreno y Miramón, Marta Yarza, supo que 2009 sería un año complicado para esta institución que es hogar y escuela para 78 niñas y adolescentes en el DF.

Afuera de su oficina, tapizada con dibujos, diplomas y agradecimientos de sus niñas, un par de memorándums avisan a los empleados las fechas para el pago de los sueldos, atrasados ya un par de meses. “Algunos donativos (privados) ya autorizados se han retrasado hasta cuatro meses; 10% de nuestros benefactores de la sociedad civil están desempleados y dejarán de aportar por un tiempo. Esto nos pega en el flujo de efectivo”, dice la directora de esta institución. Son las 12:00, tal vez la hora más apacible en ese lugar, cuando las niñas, de impecable uniforme y coquetos peinados, están en clase. La fundación, creada en 1917, tiene a su cargo a niñas que nacieron en hogares muy pobres, en ambientes de violencia o adicciones. Marta Yarza está ejerciendo un control muy acucioso del presupuesto. Le han llamado colegas de otras instituciones, menos sólidas que la suya, que le piden reciba a más niñas, pues podrían cerrar sus orfanatorios y albergues.

A casi 600 kilómetros de ahí, en Guadalajara, Hogares de la Caridad ya tuvo que echar mano de los ahorros y por estos días organiza una rifa para compensar los pesos que ya no reciben en su cuenta. Perdieron a 10 de los 65 donantes estables que financiaban la manutención y el cuidado de 24 niños y jóvenes, huérfanos o abandonados, con parálisis cerebral. Para mayo, no llegaron 30,000 de los 100,000 pesos mensuales que requieren para dar alimento y terapia y alojarlos en una casa de la colonia Providencia. “De ese déficit que ahora tenemos, 20,000 provenían de una sola empresa”, comenta Alejandro Orozco, representante de la organización creada en 1991 por la congregación Sociedad Siervos de Jesús. “No podemos dejar de darles de comer y dar medicinas a los niños”, dice Orozco.

Abril fue un mes como todos, pero en mayo, Operation Smile de México vio caer 35% los donativos que financian las cirugías gratuitas a niños con labio leporino y paladar hendido. “Al llamar a algunos de nuestros donadores nos dijeron que este año no nos iban a poder dar ayuda”, cuenta Laura Trigo, directora general de la organización que tiene su cuartel en Guadalajara. Las empresas aportan 80% de sus ingresos.

Las personas y las empresas están siendo más cuidadosas con pesos y centavos. Y parece ser que los donativos son uno de los rubros castigados en esta crisis. Las donaciones ya cayeron 30%, estima David Pérez Rulfo, director de Corporativa de Fundaciones, una asociación civil tapatía dedicada a fortalecer instituciones filantrópicas en el occidente del país. Y la caída se está dando lo mismo en donativos empresariales que individuales.

El impacto podría ser fatal para algunas organizaciones, observan los representantes de Juntas de Asistencia Privada (JAP) del Distrito Federal, Estado de México y Jalisco. “La angustia por la falta de fondos existe y seguramente muchas tendrán que cerrar este año”, dice Gerardo Gómez Lastiri, director de Donativos de la Junta del Estado de México, que hoy agrupa a unas 200 instituciones y tiene a 80 empresas donantes. Pero eso “se solventa con una mayor profesionalización”, afirma Gómez Lastiri.

Algunos han tomado previsiones. La Junta del DF, por ejemplo, creó un Fondo de Emergencia para apoyar a las afiliadas que lo soliciten a fin de evitar despidos de personal, cubrir obligaciones fiscales, evitar desalojos o solventar los gastos de operación en caso de que esté en riesgo su viabilidad.

De apoyos públicos, ni hablar. Los presupuestos se aprobaron antes de la crisis y es difícil que aumenten. Además, “el gobierno no ha anunciado ningún programa contracíclico para apoyar a las organizaciones de la sociedad civil”, dice Rogerio Casas Alatriste, presidente de la Junta del DF.

Los hoteles se ponen de oferta

Así como el "Ave Fénix" mitológico, los hoteleros en México renacerán de sus propias cenizas. Las principales ciudades del país ya están dando el ejemplo al mostrar signos de recuperación en ocupación, mientras los destinos de playa caminan lento pero seguro, mencionaron empresarios del sector turístico.

Esta recuperación, después de haber padecido los efectos negativos de la influenza humana, se logrará con promociones "agresivas" -incluso reduciendo tarifas en un 50% en algunas cadenas hoteleras-, y no pararán las inversiones que se tenían programadas para la construcción de más unidades en el país.

En los últimos días de abril y principios de mayo, los hoteles registraron ocupaciones de hasta un dígito en la Ciudad de México, mientras que en las zonas de playa no rebasaron el 20%.

Esto significó grandes pérdidas para el sector, ya que muchos vacacionistas extranjeros y nacionales cancelaron sus viajes ante la contingencia sanitaria que aplicó el Gobierno mexicano para evitar mayores contagios del virus H1N1, que ha provocado la muerte de más de 100 personas en todo el territorio.

Para Intercontinental Hotels Groups (IHG), la cadena con presencia en México con hoteles como Intercontinental, Crown Plaza y Holiday Inn, su concepto de "agresivo" los llevó a reducir tarifas hasta en un 45%, anticipando la compra 7 días antes.

Además, aplican programas como el dar gratis el desayuno, comida y cena a dos menores en compañía de adultos hospedados en los hoteles. A su vez, para los clientes registrados en su página de Internet tiene la promoción de en la estadía de dos noches, regalan una noche gratis en cualquier hotel de su cadena en el mundo.

"Nunca antes hemos hecho una promoción así", dijo en entrevista el presidente del grupo IHG para la región México, Jorge Apaez.

El grupo, que cuenta actualmente con 114 hoteles en el país, redujo sus tarifas en un 36.3% en promedio durante en abril con respecto al mes previo, y bajó su precio un 70.7% comparado con el mismo mes de un año anterior, según el directivo.

Apaez precisó que mayo lo cerraron en un promedio de 31% de ocupación a nivel nacional, mientras que el acumulado de junio suma un 52% para las ciudades y 35% para los destinos de playa.

"La recuperación va a ser diferente en ciudades que en los destinos de playa", dijo.

Por su parte, la cadena de hoteles Marriott International también aplica estrategias de reducción de tarifas en los días de menores ocupaciones para ciudad y playa.

En los destinos urbanos reducirá sus tarifas los fines de semana, mientras que en los balnearios lo hará de lunes a jueves.

"Los hemos bajado un poco y son muy atractivos, y desde México los pueden comprar en pesos", dijo el director regional de ventas globales para América Latina y el Caribe de Marriott Internacional, Aldo Ruiz.

La semana pasada altos directivos y gerentes regionales de la firma se reunieron en la Ciudad de México para definir las estrategias a implementar para enfrenar las pérdidas. Una de ellas es realizar una campaña "positiva" entre sus socios para invitarlos a visitar el país.

Una de sus promociones que ya era anunciada en su página de Internet es la reducción de un 50% en la tarifa en la tercera noche de estadía en sus hoteles del Caribe mexicano.

A su vez los empresarios del Distrito Federal, donde existe una mayor oferta de hoteles, redujeron sus tarifas hasta en un 50%.

"Además pusimos la tercera noche gratis, más muchas ofertas como incluido el buffet, el spa, el desayuno, el restaurante, hasta en el servicio de turibús", dijo en entrevista el vicepresidente de la zona metropolitana de la Asociación de Hoteles y Moteles, Rafael García.

El Gobierno federal instaló el programa "Vive México" el mes pasado -con una inversión de 1,200 millones de pesos- para incentivar tanto al turismo local como internacional a visitar los atractivos del país.

Inversiones que se quedan

Para IHG y Marriott International la crisis económica no representa un obstáculo para segur avanzando en inversiones en el país.

Tan sólo en este año IHG espera abrir 17 nuevos hoteles, desde los 63 que tiene previstos para 2012, principalmente en destinos urbanos.

"La industria tiene grandes oportunidades para seguirse desarrollando en México. Esto nos da un total de 2179 habitaciones nuevas y representa una inversión aproximada de 168 millones de dólares (mdd en 2009)", dijo Apaez.

Para este año planean vender 12 nuevas franquicias, y hasta mayo llevaban seis, según el directivo regional.

Por su parte, la inversión que Marriott arrancó a mediados del año pasado, de 1,000 mdd para la construcción de 29 hoteles a cinco años, sigue en pie.

Esto aumentaría a 46 las unidades que tiene instalada esta firma en el país.

"México es un país muy importante", en materia turística, dijo Ruiz.

El turismo extranjero dejó una derrama en 2008 de unos 13,250 mdd en México gracias a unos 22 millones de turistas. Para este año los expertos esperan que esta cifra baje a los 8,000 mdd.

En 2009 se espera que el turismo local gaste en total poco más de 50,000 mdd en los destinos turísticos del país, desde los 63,000 mdd que dejaron un año previo.

Legisladores critican a Bank of America

Legisladores estadounidenses criticaron el jueves al presidente ejecutivo de Bank of America Corp., Kenneth Lewis, y a las autoridades reguladoras del Gobierno, luego que varios correos electrónicos internos de la Reserva Federal sugirieran que el banco debería haber tenido conocimiento antes de las pérdidas crecientes en Merrill Lynch & Co.

"¿Por qué un acuerdo privado de negocios, anunciado en septiembre, y aprobado por los accionistas en diciembre, sin que se mencione asistencia del Gobierno, termina costando a los contribuyentes 20,000 millones de dólares en enero?", dijo Edolphus Towns, representante demócrata por el estado de Nueva York durante una audiencia en la que se presentó Lewis.

Darrell Issa, representante republicano por California, apuntó que Bank of America se involucró por sí misma con la adquisición de Merrill Lynch, firma en que las pérdidas empezaron a aumentar durante noviembre y diciembre. Sin embargo, señaló que la presión ejercida por la Fed y el Departamento del Tesoro durante una serie de reuniones tensas en diciembre para que Bank of America complete el acuerdo podría plantear preocupaciones serias para los legisladores.

"Este comité debería estar muy preocupado (...) por los vigilantes financieros en la (Fed y el Tesoro) que están dictando directivas gubernamentales extralegales a través de amenazas e intimidación a compañías privadas", indicó Issa en sus comentarios preparados de antemano.

Los comentarios se produjeron durante una audiencia en el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara baja, que investiga los detalles de la adquisición de Merrill por parte de Bank of America y las circunstancias que rodean al rescate de 20,000 millones de dólares otorgado al banco en enero para asegurar que el acuerdo sea completado.

Towns, que preside el comité, dijo que el panel planea invitar en un futuro cercano al ex secretario del Tesoro Henry Paulson y al presidente de la Fed, Ben Bernanke, para que testifiquen.

Moody`s lanza segunda advertencia

Las finanzas públicas de México tendrán un déficit de un punto porcentual superior al pronosticado por el Gobierno Federal a 3% del Producto Interno Bruto (PIB), principalmente por la caída de los ingresos no petroleros, estimó Moody`s Economy.com.

Un mayor desequilibrio en las finanzas públicas pone en riesgo la calificación de la deuda soberana del país y por tanto de su recuperación económica, han advertido analistas de agencias calificadoras.

Las estimaciones se basan en una caída de 5.5% de la economía mexicana, lo que provocaría una baja de 75,000 millones de pesos (mdp) en la recaudación tributaria, lo que representa 0.63% del PIB.

Adicionalmente, si el precio del petróleo promedia 55 dólares por barril (como actualmente se estima), en lugar de 70 dólares estimado en el presupuesto, entonces el país perdería alrededor de 7,300 millones de dólares (mdd), de los cuales cerca de 5,000 mdd serán por las coberturas contratadas, por lo que la caída en el precio del petróleo generaría una pérdida de ingresos de alrededor de 31,000 mdp.

Sin considerar un mayor recorte al presupuesto, tras el ajuste de 35,000 mdp, implicaría que el déficit público se incrementaría en 0.9% del PIB adicionalmente, es decir, pasaría de 1.8% originalmente estimado a 2.7% del PIB.

"A pesar de que las estimaciones obtenidas descartan un escenario de desastre fiscal y que consecuentemente hay poca razón para sostener que se dañaría la disciplina fiscal, ello no debería ser una excusa para seguir posponiendo una verdadera reforma fiscal", dijo en un reporte Alfredo Coutiño, analista de Moody's economy.com.

Así el gran inconveniente que presenta la política fiscal mexicana es que el presupuesto federal está sujeto a los vaivenes del ciclo económico año tras año.

Los comentarios de Coutiño se realizan con independencia de Moody`s Investor Services, la subsidiaria que califica la solvencia de México y que ha advertido que podría revisar el grado de inversión que tiene el país.

Otras calificadoras como Fitch y Standard and Poor's han modificado a negativa desde estable la perspectiva de la calificación de deuda soberana y advirtieron que una revisión dependerá de la capacidad del gobierno para mejorar sus ingresos fiscales.

Propuesta

Aunque el Gobierno optara por no recortar el gasto para contribuir a impulsar a al economía, las finanzas públicas de todas maneras quedarían sujetas a la volatilidad, ya que los ingresos tributarios dependen del crecimiento económico.

Para evitar que el presupuesto siga estando a merced de los vaivenes, Coutiño recomienda aislar la política fiscal del ciclo económico. Para ello se necesita finanzas públicas sujetas a una regla estructural.

El Gobierno entonces se puede comprometer a gastar de acuerdo a los ingresos fiscales generados por el crecimiento potencial de 3% -que es la tasa de crecimiento estructural o natural de la economía- independientemente del crecimiento que finalmente reporte el país.

Este mecanismo, dijo Coutiño, asegura que las épocas de bonanza automáticamente generan un superávit fiscal, ya que los ingresos excedentes generados por un crecimiento mayor al potencial se convierten en ahorro público. Por el contrario, cuando el crecimiento es menor al potencial, entonces el Gobierno tiene posibilidad de usar los ahorros acumulados en el pasado o bien incurrir en un déficit financiable.

La deuda estadounidense, próxima crisis

Normalmente Paul Krugman, el experto liberal y laureado por el Nóbel en economía, y Paul Ryan, congresista republicado conservador de Wisconsin tienen muy poco en común, excepto su nombre y una pasión desmedida por sus puntos de vista que defienden desde polos políticos opuestos, así que cuando los dos combatientes están de acuerdo en cuál es la amenaza fundamental de la economía estadounidense, los ciudadanos deberían prestar atención a esta alarma como algo real.

Lo que les preocupa a Krugman y a Ryan es el rápido aumento de la deuda federal - no tanto el aumento gigantesco de los estímulos hacia los próximos años- sino los enormes déficits estructurales que, bajo cualquier proyección, siguen acrecentando la carga hacia alturas catastróficas e insostenibles. "El panorama a largo plazo sigue siendo una preocupación", advirtió Krugman en su columna del New York Times. Krugman apoya fuertemente los planes de gastos del presidente Obama pero lamenta el déficit en impuestos para poder pagar dichos gastos.

Ryan critica a la administración por acumular nuevos gastos por encima de los ya enormes déficits: "esto no es un estímulo temporal sino un aumento de deuda seguido por una explosión aún más grande en gastos y deudas", dijo a Fortune, prediciendo el día en que los acreedores estadounidenses comenzarán a ver a la Secretaría del Tesoro como una apuesta riesgosa.

"Los mercados de bonos vendrán a perseguirnos como venganza; estamos jugando con fuego". Krugman está a favor de impuestos más altos, mientras que Ryan quiere frenar los gastos, pero lo que ahora es muy importante y peligroso es que la Amenaza de la Gran Deuda está alterando a puntos de vista tan diversos como el de Krugman y el de Ryan (y debería alterar a todos los estadounidenses).

La cuenta es ya demasiado grande como para que sólo los ricos puedan recuperarse. No suficientes de ellos. Estados Unidos tendrá que apoyarse en los ciudadanos que se encuentran bajo el umbral de ingresos de 250,000 dólares: enfermeras, electricistas, secretarias y obreros.

En una década, el promedio de los hogares que pagan impuestos tendrá el equivalente a 155,000 dólares en deuda federal, 90,000 dólares más que el año pasado. Lo que la administración de Obama no le está diciendo a los estadounidenses es que la única solución práctica es un aumento gigantesco en los impuestos dirigido principalmente a la clase media. La alternativa de realizar recortes importantes en los gastos no está entre los planes del presidente. Para que la deuda no destruya a la economía, Estados Unidos necesitaría recaudar un promedio de 11,000 dólares anuales por familia para 2019 (un aumento del 55%), como ingreso de impuestos federales.

"Los ingresos que se necesitan son demasiado altos como para recaudarlos a través de quienes ganan más", dijo Alan Auerbach, economista de la Universidad de California en Berkeley. "El gobierno tendrá que ir a donde está el dinero, es decir, a la clase media". La recaudación más probable es el impuesto sobre valor agregado al estilo europeo, lo cual aumentará el precio de todo, desde autos hasta comidas en restaurantes.

El aumento de la deuda será una carga para los estadounidenses no sólo en cuanto a impuestos más pesados sino en tasas de interés más altas y un crecimiento económico más lento. El 3 de junio, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, advirtió al Congreso que los grandes préstamos son parte de los factores que elevan las tasas.

Según Allan Meltzer, monetarista distinguido de Carneagie Mellon, la tendencia a penas comienza: "las tasas permanecerán bajas sólo si los inversionistas extranjeros siguen comprando nuestra deuda. Yo predigo tasas mucho más altas en los próximos años".

El riesgo de que Estados Unidos le siga a Gran Bretaña en la reducción de calificación de triple A en bonos, ha pasado de una teoría aislada a una posibilidad real, dada la septuplicación de los costos para asegurar la deuda de la Secretaría del Tesoro el año pasado.

Los préstamos grandes ya asustaron a los mercados de bonos; las tasas a diez años se han elevado de 2.2% a 3.7%. Un futuro aumento en las tasas podría agravar la situación, provocando un aumento de los costos de interés de la deuda y un aumento aún mayor de su tamaño.

Como Krugman y Ryan señalaron, el problema no radica tanto en las grandes brechas presupuestales de este año y el siguiente, aunque son impresionantes, sino en las políticas que permitirán que esta tendencia empeore en el futuro. A medida que bajen los gastos por estímulos y la economía se recupere, nuestro presupuesto aún excederá por mucho a nuestros ingresos.

En 2009 Estados Unidos tendrá un déficit de 1.8 billones de dólares en su PIB, según la Oficina de Presupuestos del Congreso, lo que duplica el récord de 6% en 1983, durante la administración de Ronald Reagan.

Ahora veamos hacia el 2019, el año final de las proyecciones presupuestales de la administración y de la Oficina de Presupuestos. Incluso en un panorama que asuma un crecimiento económico saludable, la Oficina de Presupuestos estima un déficit de 1.2 billones de dólares o del 5.7% del PIB para 2019.

"Estas cifras no son enormes para la caída económica, pero son sumamente altas en un período de empleos entero", dijo William Gale, economista de la Institución Brookings. La situación empeora, para el 2020 el costo de derechos, de seguro social y servicios médicos aumentará mientras los baby boomers se jubilan.

Esto no durará por siempre y no lo hará. Lo que hará que los estadounidenses se activen es el prospecto del colapso fiscal, el cual se aviva año con año. En 2008, los préstamos federales consolidaron el 41% del PIB, cifras similares al promedio de la posguerra. Para 2019, esta carga se duplicará a 82% según los cálculos de la Oficina de Presupuestos, a 17.3 billones de dólares, alcanzando el triple del nivel del año pasado. Para este momento, uno de cada seis dólares que gaste Estados Unidos se irá a los intereses, comparado con uno de cada doce del año pasado. La trayectoria de Estados Unidos apunta al escenario medieval de un mundo de dragones: después de 2019 la deuda aumentará sin un límite visible dado el crecimiento de los intereses y el costo de derechos, según las principales proyecciones.

La Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO por sus siglas en inglés) predice que si las políticas actuales continúan, los intereses absorberán el 30% de todos los ingresos para 2040 y los derechos consumirán el resto, dejando nada para la defensa nacional, educación o beneficios para los veteranos.

Para entender por qué un aumento masivo de los impuestos (probablemente el IVA) es el resultado más probable, es de suma importancia ver qué está provocando la brecha a largo plazo entre ingresos y gastos. Los gastos están incrementándose en forma de curva, mientras que los ingresos básicamente están fijos como una porción del PIB.

¿A qué se debe? Porque los futuros gastos corresponden sobre todo a los derechos, los cuales están programados a aumentar más rápido que el ingreso nacional, mientras que los ingresos dependen en gran parte de los impuestos personales, los cuales reciben un rendimiento que sube o baja con el PIB.

Bajo la administración de Bush, el país experimentó el preludio a la crisis antes que nosotros: los gastos aumentaron rápidamente mientras los ingresos permanecían fijos. Bush creó un nuevo derecho, el beneficio de medicamentos de Medicare (costo anual: 63,000 millones de dólares) y dejó que los gastos en programas nacionales desde educación hasta beneficios a los veteranos aumentaran solos. Tras siete años de guerras en Irak y Afganistán, 900,000 millones de dólares se han sumado al presupuesto. Con esto dicho, Bush aumentó los gastos del PIB de 18.5% a 21%, sentando las bases de una brecha presupuestal crónica mediante la acumulación de nuevos gastos sin pagar por ellos.

La tendencia de Bush continúa con Obama, pero en esta ocasión a toda velocidad. Es importante ver las proyecciones del presupuesto de Obama en dos fases: el período de crisis con gastos astronómicos en 2009 y 2010, y la fase normal, de 2011 a 2019. La mayoría de sus estímulos y de otros programas importantes están diseñados para darle una sacudida a la economía en 2009 y 2010 y después desaparecer o ser reemplazados por aumentos en los impuestos, o al menos ese es el plan. Después, la oleada de desembolsos vendrá de dos fuerzas que causarán estragos en el presupuesto de cualquier presidente: el incesante aumento de derechos y el alza de los intereses de las deudas.

Para aumentar el reto: el presupuesto de Obama viene con una lista de nuevos programas costosos, encabezada por un plan de reforma del servicio de salud y promete pagar por ellos sobre todo con impuestos más altos, pero si los ingresos extra no se materializan (y muchas de sus propuestas ahora parecen improbables) eso nos hace preguntarnos si abandonará algunas de sus prioridades más queridas o si las llevará a cabo sin un financiamiento completo, lo que acentuará la crisis. La respuesta podría determinar qué tan rápido Estados Unidos marcará el comienzo del IVA.

Si dividimos las proyecciones del presupuesto entre plausibles, imposibles y cuestionables, la plausible es optimista, pero es muy probable que los gastos en Fannie Mae, Freddie Mac y en el TARP (Programa de Alivio para Activos en Problemas, por sus siglas en inglés) caerá de 500,000 millones de dólares este año a 20,000 millones en 2010 y continuará bajando a partir de ahí. También es plausible que los costos de las guerras en Irak y Afganistán caigan a 50,000 millones de dólares anuales.

Lo imposible es que Obama esté usando un truco que se deteriore con el tiempo, prometiendo que los gastos discrecionales en asuntos ajenos a la guerra (propuestas que requieren aprobación anual) aumentarán sólo 2.1% anual de 2012 a 2019. Esto no va a pasar. Obama está aumentando los gastos en esta categoría (educación, investigación médica, seguridad nacional) en un 9% en 2009 y 10% en 2010. "Es mucho más probable que esta categoría empate la tasa de crecimiento histórica de 6.5% anual", dijo Brian Riedl, economista de la conservadora Heritage Foundation. La GAO dice que estas cifras aumentarán 5% junto con el PIB.

Entre las cuestionables tenemos la iniciativa más importante de Obama: su plan de seguro de salud. En la solicitud de presupuesto para 2010, el presidente propone un fondo de reserva o pago por adelantado de 635,000 millones de dólares para la cobertura de salud a diez años. Esta cantidad no podría cubrir el gasto total del programa. Leonard Burman, jefe del Centro de Políticas de Impuestos (organismo no partidista) estima el costo total en 1.5 billones de dólares.

Obama planea obtener los pagos de dos fuentes: de la limitación de las deducciones de quienes ganan más (otro golpe para las personas con ingresos mayores a 250,000 dólares) y de exprimir el balance de Medicare para frenar visitas innecesarias al hospital y dar fin a los servicios del plan HMO (Organización del Mantenimiento de la Salud por sus siglas en inglés).

Una vez más, es probable que Obama pierda gran parte de los ingresos con los que contaba. La limitación de las deducciones ha provocado lo que parece ser una oposición fatal por parte del Congreso. Obama y Peter Orszag, su director de presupuesto, juran que el plan de salud no empeorará el déficit. "Estamos comprometidos con asegurar que la reforma del servicio de salud tiene un déficit neutro", como Orszag dijo a Fortune.

Esta reforma va mucho más allá de la campaña de proveer un seguro de salud universal. Orszag dijo que los costos desenfrenados de cuidado a la salud, sobre todo de Medicare "son los conductores más importantes de nuestro problema de derechos a largo plazo". Obama también cuenta con inversiones masivas en infraestructura para reducir los costos de salud mediante un registro electrónico, campañas de prevención y salud y una investigación que determine los tratamientos más efectivos. Es imposible predecir cuánto se ahorrará con estas iniciativas. La administración hace sus predicciones.

Aunque el IVA parece inevitable, la administración no está lista para atenderlo: "mientras estamos abiertos a ideas para financiar las reformas de seguro de salud con un déficit neutral, el IVA es una idea popular entre los expertos, pero ningún legislador lo ha considerado seriamente", como dijo Orszag. El problema es que el ingreso por impuestos no logrará esto. Cerrar el déficit de impuestos en 2019 sólo con la gente que gana más de 250,000 dólares requerirá ajustes de cerca del 60% en las tasas marginales de impuestos. El presupuesto ya exige su pago: en promedio, 30,000 dólares más al año que en 2008, con el golpe a las viviendas más grande, por encima de 500,000 dólares. La recaudación de impuestos de todos contribuyentes tampoco va a funcionar. Se requeriría un aumento del 55% por vivienda, una imposibilidad política. El otro nuevo ingreso es el impuesto en el seguro de salud laboral, pero eso sólo ayudaría pagar por un nuevo programa que proteja los que no están asegurados más que cerrar el déficit.

El IVA, por otro lado, indica que una gran cantidad de adquisiciones a una tasa relativamente baja (10% o 15%) podría generar los ingresos necesarios para pagar la agenda y el balance presupuestal de Obama. El IVA, que sería impuesto como un impuesto federal a las ventas, se paga junto con la cadena de producción por los mayoristas y minoristas. El costo se pasa a los consumidores con precios más altos. Para los demócratas, el problema con el IVA es que afecta a las clases media y baja, quienes usan una mayor porción de sus ingresos para comprar cosas en comparación con los ricos. Esto puede suavizarse si se exenta a la comida y a la ropa del IVA o aplicando descuentos a los propietarios de viviendas con sueldos más bajos. Pero la clase media será afectada pase lo que pase: "mucha más gente pagará y no podemos llegar a ese punto sin el IVA", como dijo Gale.

Esto nos remite de vuelta a Krugman y a Ryan: qué maravilla, otra vez están de acuerdo. En esta ocasión coinciden en que el IVA está por llegar. A Krugman le gusta la idea, aunque dice que la clase media pagará más: "probablemente habrá un impuesto sobre el valor agregado en nuestro futuro", dice. Ryan desprecia al IVA, pues lo ve como el inicio de fin del imperio estadounidense. "El IVA es definitivamente la trayectoria que Obama nos está imponiendo", lamenta Ryan. Él cree que el gran aumento en los gobiernos de Europa viene del dinero fácil que genera. Es un buen punto: no es el destino más deseado, y cuando los dos Pauls están de acuerdo, ten por seguro que las cosas van en esa dirección.