Mientras que los mercados accionarios en EUA presentaron movimientos marginales con sesgo de debilidad, el IPC subió casi 2.0% durante la sesión del viernes; esto, gracias a la fortaleza que presentó el peso frente al dólar, trayectoria que inició el pasado 1 de abril cuando la Comisión de Cambios anunció el blindaje financiero a través de la solicitud de una línea de crédito por US$47,000 millones con el FMI, en la búsqueda de mantener una moneda mexicana fuerte (o menos débil). Más aún, el anuncio de Banxico de que el próximo 21 de abril utilizará, mediante subasta, cerca de US$4,000 millones de los US$30,000 millones de la línea swap que tiene con la Fed, también inyectó optimismo; esto, debido a que se espera que esta línea sea utilizada para apoyar a aquellos corporativos con niveles elevados de deuda en dólares, donde Cemex ha sido de las que más se ha rumorado utilizaría parte de esta línea. Con todo esto, el mal dato de empleo en EUA no fue suficiente para frenar las alzas del IPC, por lo que consideramos que el entorno económico quedará en segundo lugar, dando prioridad a aquellas medidas que pudiesen continuar presentándose para hacer frente a la crisis actual. Con lo anterior, no descartamos la posibilidad de observar mayores alzas en el IPC esta semana, aunque destaca que, por ser corta (ante la Semana Santa), no esperaríamos un volumen importante. Este argumento es además apoyado por la ausencia de cifras económicas, en donde en México sólo destacará la inflación del mes de marzo. Si bien luce favorable el que las autoridades mexicanas comiencen a realizar medidas para hacer frente a la crisis actual, consideramos que éstas no serán suficientes para evitar la recesión que se avecina en México, por lo que la confianza del inversionista / empresario / consumidor continuaría mermada. Reiteramos así mantener una estrategia defensiva en renta variable.
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