Los temores de que General Motors y Chrysler LLC estén en ruta hacia la bancarrota van en aumento. El martes, una fuente cercana a GM dijo que la compañía está en preparación "intensa" para una posible bancarrota.
"Podría detonar un efecto dominó por toda la industria (automotriz)", dijo Armando Soto, director de la firma de consultoría Kaso y Asociados.
Es poco probable que las subsidiarias en México de las automotrices estadounidenses cierren sus plantas, ya que el bajo costo de la mano de obra las hace esenciales para sus planes de reestructuración.
Pero cientos de proveedores de partes, que abastecen tanto a Estados Unidos como al mercado local, están en posición de llevarse un fuerte golpe si la situación de la industria automotriz estadounidense empeora.
Compañías que son proveedores importantes para Estados Unidos y que deben cantidades grandes de dinero podrían ser empujados más allá del punto de sin retorno, de iniciarse un proceso de bancarrota, dijo Agustín Ríos, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA) de México.
"Si no pueden lidiar con la carga financiera, se irán a la bancarrota", dijo Ríos.
Los principales productores de automóviles del mundo tienen plantas en México, atraídos por el bajo costo de la mano de obra y la cercanía de Estados Unidos.
Las productoras de Detroit operan cerca de una docena de plantas en México, que aportaron más de la mitad de los 2.1 millones de vehículos fabricados aquí el año pasado, la mayoría para exportar.
El rechazo del gobierno de Estados Unidos a los planes de reestructuración de GM y Chrysler ha acrecentado los temores de que dos de los "Tres Grandes" fabricantes de autos podrían dirigirse a la bancarrota.
Y uno de los sectores más vulnerables es la industria de autopartes de México, que da empleo a unas 450,000 personas.
Algunos jugadores como Vitro, Alfa y Grupo Industrial Saltillo ya están sintiendo el pinchazo por los problemas de sus clientes estadounidenses.
GM tiene dos meses para presentar un nuevo plan de reestructuración, mientras que Chrysler tiene un mes para trabajar en una alianza con la italiana Fiat SpA.
Si los planes contemplan descontinuar ciertas marcas y modelos, eso podría frenar aún más la producción automotriz en México, que la AMIA -agrupación local que agrupa a los productores de autos- pronostica bajará hasta en una cuarta parte este año, mientras la demanda en Estados Unidos está cerca de tocar su mínimo en 30 años.
El sector está afectando al grueso de la economía del país, que según analistas podría contraerse un 3.3% este año. Los automóviles y autopartes representan casi una quinta parte de las exportaciones totales de México, y esa industria ofrece algunos de los empleos manufactureros mejor pagados.
El sector de las autopartes ya ha recortado unos 28,000 empleos oficiales, dañando a estados norteños como Coahuila y Chihuahua.
Soto dijo que toda la industria automotriz, desde proveedores hasta distribuidores, podría recortar unos 100,000 empleos de un total de 1 millón a causa de la crisis.
Pero aunque en el sector automotriz mexicano podría caer más este año, en el mediano plazo las firmas estadounidenses podrían mover más de su producción al sur de la frontera para ayudarse a retomar el paso.
Pascual Francisco, analista de IHS Global Insight en Boston, dijo que las armadoras estadounidenses no pueden producir de manera redituable vehículos de consumo de combustible eficiente en Estados Unidos.
"La única forma de que estas compañías puedan cumplir las próximos estándares de emisiones de Estados Unidos y ser redituables, será llevando más producción a México", dijo.
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