De esta forma la inflación anual bajó a 6.06%, desde el 6.17% de cierre de abril, gracias a una baja en las tarifas de energía eléctrica.
También contribuyeron a la disminución la reducción en los precios de servicios turísticos en paquete, tras la temporada alta y la alerta sanitaria y la reducción en las cotizaciones de algunos alimentos procesados.
Sin embargo, aumentaron de precio en la primera mitad de mayo el jitomate, aguacate, cerveza y chile poblano.
A tasa anual los alimentos aumentaron 8.55%, casi un punto porcentual menos que al cierre de abril.
Por su parte bajaron de precio la electricidad, servicio telefónico local, limón y transporte aéreo.
La inflación anualizada fue ligeramente menor a las expectativas de analistas y en línea con lo pronosticado por Banco de México que prevé que la inflación cierre el año hasta en 4.5%.
Pero aún persisten presiones sobre los precios, ya que la inflación subyacente, que elimina del cálculo los precios más volátiles como los de frutas y verduras, aumentó 0.13% en la quincena.
Los precios se mantienen con aumentos promedio por arriba de 6%, pese a que la economía mexicana se encuentra en una recesión que la llevó a una caída de 8.2% en el primer trimestre del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario